A favor de Vimeo.com, no tanto de YouTube, y menos aún de las Redes Sociales
Julián Álvarez. Barcelona, 2 de julio 2017

Me explico. El portal Vimeo.com aparece en noviembre 2004 y YouTube en febrero 2005. Desde entonces -2004/5- Vimeo es el portal en el que deposito mis producciones audiovisuales que suman a día de hoy algo más de 150 vídeos, películas según la terminología de los jóvenes realizadores. Vídeos, o películas de “autor” (no-comerciales ni de encargo) que van de los 3 a los 50 minutos: del experimental a la ficción, pasando por el documental, el vídeo-arte, la vídeo-danza, la animación 3D, y el egoMovie. Pero he desestimado YouTube para alojar mis producciones precisamente por su principal virtud, y a la vez defecto como contenedor de productos audiovisuales, ser el portal más accesible, menos exigente, y por tanto más popular.

En febrero 2010 inicié con la etiqueta Canal IDIOTA el envío quincenal, a los amigos y conocidos de mi libreta de direcciones el enlace directo y sin contraseña ni peajes a un contenido de mi video-filmografía en Vimeo.com. Pero NO he pretendido con Canal IDIOTA una difusión viral, y no he pedido a esos amigos y/o conocidos que a su vez hiciesen de “vocero” ocasional de mis producciones. Parece un contrasentido renunciar a la difusión en Internet, pero por experiencia conozco el alcance de interés que suscitan contenidos que carecen de los ingredientes básicos para ser populares en la Red: brevedad, ocurrencia, y buena dosis de idiotismo.

En 1999 publiqué el CD-Rom interactivo que titulé con el verso del poema “Conjuro” de F.G. Lorca: “As de bastos. Tijeras en cruz”. Obra interactiva y multimedia que se presentó en la Feria de Arte Contemporáneo ARCO’99 (Madrid). Para la promoción y venta on-line del CD-Rom creé entonces -1999- quizás la primera tienda virtual (PTV) de “autor” en España. Tienda con todos los avances técnicos, requerimientos legales, y protocolos de seguridad SET (Secure Electronic Transaction) de los bancos para las transacciones de pago y cobro por Internet. Como realizador la inversión en aquel “máster-a-mi-medida” fue una experiencia muy enriquecedora, pero como productor un rotundo fracaso económico.

En 1999 la difusión viral remitía a los “virus” que se propagaban por la red para dañar los ordenadores. En aquel prematuro Internet la pretensión de vender el novedoso CD-Rom era, por diseño y contenido, un anacronismo destinado a fracasar. ¿Cómo llegar a los miles de interesados que sin duda existían agazapados en la Red? Con una millonaria campaña publicitaria que aconsejaría cambiar el título, también la imagen de portada y el diseño para hacerlo más comercial. Pero en tal caso los ingresos por las hipotéticas ventas no compensarían los costes de la campaña. Pretender una difusión masiva o viral para algo que nadie reclama ni te ha pedido, si no eres previamente reconocido, famoso, o imprevisible “suceso medial” al que los demás buscan de motu proprio, es como si no existieses, y tu producto tampoco. Internet es un medio poderosísimo, del que me he servido desde mediados de los ’90, con gran provecho como profesional de la gestión docente, y del que me sigo sirviendo como creador de contenidos, pero en relación a mis vídeos y/o películas, renuncio a sus hipotéticos beneficios y me atrinchero en juliansite.com, con expositor personal abierto al público en  vimeo.com/zapatodeartista.

 

“¿Dónde va Vicente…?,  ¡donde va la gente!”.

Con la aparición y desarrollo (a principios del 2000) de la Web 2.0 fui, muy al inicio de las redes sociales, usuario de Facebook y Linkedin, pero desde hace años no las utilizo y nunca he sentido interés por el telegráfico Twiter. Para comunicarme sigo prefiriendo el tradicional e-mail, que me permite pensar lo que escribo sin necesidad de abreviaturas ni emoticons. Tampoco hago uso del inevitable WhatsApp que todo el mundo utiliza, y mis amigos me insisten en que yo también debería. Dispongo de un Smart Phone de última generación, pero únicamente utilizo un 8-10% como máximo de sus prestaciones. Por supuesto un conocimiento del 80-90% sería mejor y me convertiría en un experto, pero en detrimento de lo que actualmente hago y realmente me gusta. El saber Sí ocupa lugar...

No dispongo de un argumentario que explique o justifique mi rechazo a las redes sociales, como tampoco lo tengo para desaprovechar las oportunidades de Internet, así que me protejo de las razonables críticas asumiendo la etiqueta de Idiota (con causa). Puede que tanta oferta de productos para satisfacer la demanda de sociabilidad me predispongan a recelar de tanta unanimidad, y a recular a posiciones menos expuestas a las bondades de las redes sociales. Con la edad me he convertido en adicto a llevar la contraria (¡un contrariador!). Una patología si se quiere infantiloide que me preserva de los incuestionables “lugares comunes” (el derecho a decidir es de los más recientes y cuestionables). Últimamente se habla y escribe mucho de lo vigilados y controlados que estamos por medio de los perversos algoritmos que Google, Facebook y otros utilizan para conformar nuestro perfil como rentables consumidores. No estoy preocupado por mi perfil en Google, y tampoco por mi intimidad, que valoro relativamente, pero Sí me preocupa, y mucho, preservar mi “independencia de criterio”, cada día más acorralado y sometido a las dictaduras simplistas de los “pensamientos únicos” que viralizan sus voceros.

No comparto el temor obsesivo de estar viviendo en un orwelliano estado policiáco, como si a estas alturas del progreso tecnológico pudiera ser de otra forma. Si se quiere ser y estar en el mundo a través de las redes, apechuguemos con sus inconvenientes. Por éstas, y otras razones que se me escapan, voy a contrapelo del podemista progreso social, y renuncio a unirme al pelotón que abandera el Sr. Vicente (¿?). Prefiero hacer mi propio e inconveniente camino, que me aleja de unos y otros grupos sociales, pero me acerca más a las personas en singular.  

Julián Álvarez. Barcelona, 2 de julio de 2017.

 
 
Julián Álvarez García © 2014 - vimeo: www.vimeo.com/zapatodeartista - blog: http://rincondeliconoclasta.blogspot.com